Racismo

Abajo la discriminación de género en Cuba. Es inconcebible que luego de 50 años de revolución, aún la mayoría de la población penal sea hombres. Incluso, si eres mujer, la probabilidad de que la policia te pida identificación en la calle es mucho menor que para los hombres.

Abajo la discriminación de raza en Cuba. Es inconcebible que luego de 50 años de revolución, el equipo de boxeo nacional sea mayoritariamente negro y el de polo acuático, mayoritariamente blanco.

Abajo la discriminación en las universidades cubanas. Es inconcebible que luego de 50 años de revolución no se incluya en las pruebas de ingreso a la universidad una casilla para poner la raza, permitiendo así que luego entren cantidades equitativas de cada una.

Abajo la discriminación en las organizaciones políticas cubanas. Es inconcebible que luego de 50 años se siga sin tener en cuenta el color de una pesona para hacerlos SG del Partido o de la UJC, ¿cómo vamos sino a garantizar que haya el mismo porciento de cada raza?

No entiendo la posición de Raúl en el Congreso, mi descendencia es mestiza y considero aberrante (e indignante) que vaya a recibir la más mínima prerrogativa en su vida porque hayan pocos mestizos en la esfera que sea. Simplemente, no lo entiendo.

Que existe racismo, no lo niego e insto a todos los cubanos a que sigamos perfeccionando la equidad que ya hemos alcanzado en estos 50 años. Pero de ahí a institucionalizar o caracterizar nuestra sociedad actual por las diferencias raciales, hay un gran trecho. Tenemos una sociedad que en materia de equidad es literalmente envidiable, sigamos perfeccionándola, pero no creo que la crítica exagerada sea necesaria. 

Disculpen, pero desde mi tribuna, no veo al racismo como uno de los problemas de la agenda central de nuestro país. Con el estatus que tenemos y el impulso propio que hemos adquirido en estos 50 años, ese tema puede caminar solo y mostrando avances mucho más allá del próximo VII Congreso, considero una pena se haya gastado debate y tiempo vital para otros temas que sí nos apremian, en él.